miércoles, 11 de agosto de 2010

LOS RETOS DE RANULFO MARQUEZ

18368_4Tras una larga y paciente espera de aspirar a la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional, por fin, el día 9 de agosto, Ranulfo Márquez Hernández fue elegido Presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.

 
Pero más allá de la elección y su nuevo dirigente, la clave para entender el movimiento esta en conocer el pacto o acuerdo político para su arribo a dicha posición. Es sabido, por todos, la animadversión que Márquez suscitaba en el llamado “grupo con-pacto”, ese formado por la liga juvenil de la fidelidad y que arribó al poder para sostener y sostenerse en el proyecto político del Gobernador. Animadversión inducida y fortalecida por los conciliábulos de la liga, donde determinaban el futuro del estado y de su proyecto; donde se burlaban de la vieja clase política, donde menospreciaban a la ciudadanía, donde se anidó la soberbia, donde por poco se pierde la elección.
De tal suerte que no era raro ver que Ranulfo siempre traía mala prensa, siempre se le golpeaba en columnas, donde siempre se le vinculaba a la corrupción electoral, siempre se le señalaron faltantes en las dependencia donde despachaba, siempre se le negaban virtudes, siempre se le atribuían derrotas, siempre se le negó el derecho a ser dirigente de su partido; y a lo largo de estos años, no pocos, siempre se burlaron de él.
Desde el seno del poder se encargaron de labrar una mala imagen pública de Rarnulfo. ¿Qué pasó?, ¿Cómo llegó a ser Presidente del PRI estatal el peor de los cuadros y funcionarios de la fidelidad? O todo lo publicado por la prensa es mentira, o una fuerza superior al “grupo con-pacto”, lo llevó a regañadientes a esa posición.
La llegada de Ranulfo al PRI estatal debe ser interpretada como la urgente necesidad de reconstruir, hacia dentro del partido, los saldos negativos de la pasada elección. Es el mensaje vivo de que el proceso electoral dejo cientos de inconformidades con quienes tomaron las principales decisiones internas y provocaron a la postre un millón trescientos mil votos en contra y el famoso voto diferenciado o cruzado, que dejó cientos de alcaldías y la mitad de las diputaciones en manos de la oposición. Sin contar que el candidato a Gobernador perdió en las principales ciudades del estado, incluida la capital y el puerto de Veracruz.
El saldo político dentro del PRI es que hubo fraccionalismo, deslealtad interna, soberbia de grupo, exceso de confianza, ficción mediática, autoritarismo e imposiciones. Todos elementos claves para entender la sorpresiva votación de la más cercana oposición.
Márquez llega al PRI para reconstruirlo desde sus bases, para inspirar espíritu de grupo, para fortalecer la unidad, pero sobre todo para recuperar la confianza de que el partido es el mejor vehículo para representar los intereses sociales y populares de los veracruzanos.
Márquez tiene ante si una prueba de fuego, convocar a la unidad, aún con sus malquerientes internos. Ranulfo llega a fortalecer al partido para fortalecer al gobierno estatal; llega a fortalecer al partido para fortalecer al Gobernador electo; llega a fortalecer al partido para fortalecer a la militancia dolida y despreciada en sucesivas elecciones; llega a fortalecer al partido ampliando su base y liderazgos; llega al partido para ponerlo al centro de la lucha ideológica contra el PAN; llega con un acuerdo con el CEN del PRI para involucrarse en la elección interna del nuevo presidente nacional del partido. ¿Verdaderamente podrá lograr algo de lo que se necesita para renovar a la clase dirigente del estado y seguir manteniendo el poder? No lo sé.
Pero su arribo al CDE del PRI es prueba fehaciente de que quienes estuvieron ahí dejaron al partido en ruinas y de las ruinas deberá salir airoso para las permanentes campañas en Veracruz. No hay tiempo que perder.

Opiniones sobre Noticias de Veracruz de parte de un Jarocho incomodo

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