martes, 10 de agosto de 2010

PELIGROSO DEDICARSE AL PERIODISMO

 

El secuestro de cuatro periodistas y los intentos por condicionar su liberación para utilizar a sus respectivos medios como vehículos para sus mensajes, a puesto sobre la mesa el desinterés y abandono de éstos profesionales de la comunicación frente, no solo la delincuencia organizada, y/o frente al poder, sino también frente a sus ingresos, prestaciones, derechos y obligaciones, en un área de suyo conflictiva y peligrosa como la información.

televisa__0PERIODISTAS DE LUJO 
La violencia ejercida contra los periodistas ha provocado la necesidad de una fiscalía especial, lo cual demuestra lo trágico y dramático del asunto. Sin embargo, al parecer no hay suficiente información nacional al respecto. Por que periodistas no lo son solo los trabajadores de la información que viven y trabajan en los medios de la ciudad de México, o los empleados de las grandes empresas y consorcios televisivos.
El debate y reflexión nos debe llevar a todos a encontrar caminos comunes para la defensa de la libertad de expresión, el papel y responsabilidad de los medios frente a la ciudadanía, frente al Estado, el papel y función del reportero, columnista, comentarista, propietario, etc. El tipo de periodismo que exige la ciudadanía y el país.
El periodista vive una condición infame en varias regiones del país. Desde su sometimiento total a los poderes regionales, hasta su eventual abandono económico y permanente corrupción.
Por otro lado el papel y función del periodista es INFORMAR, las empresas de comunicación se gestan y proyectan en función de su materia prima: la información. Un periodista o una empresa mediática no debería callarse ni someterse a los dictados de nadie, ni de la delincuencia, ni del Estado, ni de ningún poder fáctico. Su único límite sería su responsabilidad social.
Y bajo este eje se debe discutir: la responsabilidad social de los medios de comunicación. No son pocos los empresarios de la comunicación que cometen excesos, no son pocos quienes faltan a su responsabilidad social, no son pocos los que usan la información para fines personales y para la defensa de intereses de grupo. Pero a casi todos ellos les importa un bledo el periodista.
A quien le interesa si un periodista es amenazado, atentado o asesinado? ¿Quién interviene para reparar los daños? Donde quedan salarios, prestaciones, pensiones a hijos o deudos, etc.
Para desgracia del gremio y la profesión la PGR considera que el 80% de los delitos cometidos en contra de trabajadores de los medios de comunicación no están directamente vinculados a su oficio o profesión. La autoridad ni siquiera los considera delitos dignos de investigar. Un asesinato en medio de una estrategia federal contra el narcotráfico no debería quedar impune y mucho menos sin atención.
¿La defensa de Televisa y Milenio de sus reporteros fue en función de su trabajo, función social y gremio periodístico, o solo fue para evitar una presión en cadena del crimen organizado y que llegara a su comentaristas estrellas?
No lo se. Pero el debate sobre las condiciones del periodismo en el país, ciertamente no lo encabezan ellos, parece ser iniciativa de los directamente afectados: Los periodistas de a pie.

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